Legado de las Tejedoras de Doñihue
Tras más de un año de trabajo entre la UC y 18 tejedoras de esta localidad, el proyecto “Innovando en la Artesanía Tradicional del Cachapoal” dio sus primeros resultados con muestra de colección de textiles inaugurada en el Museo de Rancagua.
Más de un año se invirtió para trabajar en una particular colección de textiles entre las tejedoras de Doñihue y el Programa de Artesanía UC. Fue una ardua labor, pero necesaria para llegar a su resultado final: la colección de chamantos (o ponchos) del proyecto “Innovando en la Artesanía Tradicional del Cachapoal” financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins.
“Fueron varias instancias en las que la Escuela de Diseño (a través del Programa de Artesanía) estuvo involucrada con este proyecto. Hubo profesores de distinta áreas, como la gráfica o la textil. Además, los estudiantes también participaron a través de las prácticas de servicios”, dice la académica Soledad Hoces de la Guardia, quien desarrolló las bases para el diseño textil y la propuesta de los prototipos de los textiles.
Las piezas, que se comercializarán bajo la marca De Chamanto, ponen el arte de mantas y chamantos al alcance de un nuevo público, a través de bolsos y carteras tejidas, que incorporan cuero y también una línea de joyas de plata y textil.
Los productos se desarrollaron en tres líneas. De Chamanto Textil, que incluye carteras y bolsos en base a los tradicionales tejidos de Doñihue; De Chamanto Cuero, en la que a los bolsos y carteras se incorporan terminaciones en cuero y De chamanto Plata, que mezcla el textil y el metal en la producción de joyas contemporáneas.
En total, 18 fueron las tejedoras de la Agrupación de Chamanteras de Doñihue que participaron de este proyecto, además de los internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Rengo, la orfebre Giovanna Alé con la ayuda del artesano Daniel Vicencio, los diseñadores del Programa, y los distintos profesionales. Todos ellos asumieron el desafío de poner en valor una artesanía que es parte del imaginario del campo chileno y cuyo oficio y estética son reconocidos a nivel nacional e internacional.
De hecho, mientras se trabajaba para este proyecto, se consiguió la ansiada denominación de origen para las mantas y chamantos de Doñihue otorgada por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INAPI). Esto, además del reconocimiento del Consejo Mundial de La Artesanías (WCC, por sus siglas en inglés), que en su última reunión en Dongyang (China) declaró a la localidad de la Sexta Región como ciudad artesanal a nivel internacional.
“Ambos reconocimientos vienen a consolidar la importancia de la artesanía tradicional de este lugar y nos dan claro testimonio de la forma en que el país y el mundo miran este oficio. Poner al alcance de más personas este patrimonio nacional para todos aquellos que quieran tenerlo cerca, es la responsabilidad que asume este proyecto”, aseveró Celina Rodríguez, directora del proyecto, durante el lanzamiento de la colección en el Museo de Rancagua.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Carlos Oliva Vega, croliva@uc.cl