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Trabajo remoto y planta académica: 83% evalúa positivamente el trabajo a la distancia


Los resultados de esta encuesta de la Vicerrectoría Académica también indican que la conciliación de tiempos para realizar el trabajo y las labores de cuidado fue especialmente difícil para las mujeres, y quienes tienen hijos e hijas menores de cinco años.

Ilustración que muestra a una mujer frente al computador y a un padre con su hija pequeña.

photo_camera En cuanto a las dificultades identificadas, la más recurrente fue la de delimitar la jornada laboral (73%) y la conciliación de los tiempos para realizar el trabajo académico y las labores de la casa (65%).

190 días pasaron académicos y académicas de la UC sin asistir a los campus, desde el 16 de marzo hasta el 21 de septiembre, día en que de a poco, y en una modalidad de marcha blanca, los primeros profesores y profesoras comenzaron a asistir a algunos laboratorios y actividades de investigación acotadas. 

Pero durante la cuarentena, ¿cómo se trasladó el trabajo académico desde la universidad a la casa? ¿Cómo se compatibilizaron la carga laboral de los y las docentes con su vida personal?

Estas y otras interrogantes fueron abordadas por la Encuesta de Trabajo Remoto y Planta Académica UC que realizó la Vicerrectoría Académica a través de sus Direcciones de Desarrollo Académico (DDA) y de Equidad de Género (DEG), en conjunto con las profesoras Marigen Narea, Blanca Peñaloza y Katherine Strasser.

La encuesta se aplicó a la planta académica de la universidad entre el 3 y el 14 de agosto, cuando gran parte de las comunas del país se encontraban en cuarentena total. Las preguntas estuvieron orientadas a tres dimensiones: una evaluación general del trabajo remoto; el estado de salud y bienestar de los y las docentes; y el uso de tiempo y roles de cuidado. Se obtuvo un total de 1.789 encuestas completas, equivalentes al 50% del total de académicos y académicas UC actuales.

De este total, un 83% evaluó a modo general el trabajo remoto como algo positivo (bueno o muy bueno). Sin embargo, este porcentaje disminuye a 69% para quienes tienen hijos o hijas entre cero a cinco años —sin diferencias por sexo.

"Los académicos y académicas más afectados en sus labores de investigación, docencia, y gestión académica durante el confinamiento, tienen al menos un hijo o hija de entre cero y cinco años” - Silvana Zanlungo, directora de la DDA y DEG

También, para padres y madres de hijos e hijas menores de cinco años la dificultad de encontrar un espacio tranquilo en la casa para trabajar alcanzó 50% de los casos, en comparación a un 26% del total de quienes participaron en la encuesta. 

“En general, los académicos y académicas más afectados en sus labores de investigación, docencia, y gestión académica durante el confinamiento, tienen al menos un hijo o hija de entre cero y cinco años, lo que nos permitió pensar en lineamientos de apoyo y acompañamiento dirigidos a esos grupos”, comentó Silvana Zanlungo, directora de la DDA y DEG. “Por ejemplo, transmitir a las autoridades académicas que se mantengan en contacto con sus docentes, manteniendo un canal de comunicación constante para compartir información, fortalecer los vínculos y canalizar eventuales inquietudes y situaciones particulares. La Vicerrectoría Académica ha establecido consideraciones en los futuros procesos de calificación y promoción en base a los resultados detallados de la encuesta Trabajo Remoto y Planta Académica”, agregó la directora.

Respecto de los beneficios identificados, la mayoría (67%) apuntó a la reutilización de los tiempos de traslado para realizar otras actividades, siendo un poco más mencionada por mujeres que hombres (con un 70% respecto a un 65%).

En cuanto a las dificultades identificadas, la más recurrente fue la de delimitar la jornada laboral (73%) y la conciliación de los tiempos para realizar el trabajo académico y las labores de la casa (65%). En ambos casos, el porcentaje aumenta de manera importante en el caso de las mujeres. 

Diferentes percepciones sobre los roles de cuidado

En cuanto a la percepción de carga de trabajo, un 74% declaró trabajar más que antes en tareas de docencia, y un 56% mencionó trabajar más que antes en gestión académica, mientras que un 51% de los/as encuestados/as mencionó haber trabajado menos que antes en labores de investigación. 

Realizar tareas junto a hijos e hijas, mantener la casa limpia y en buen estado o acompañar a personas que requieren mayores cuidados son responsabilidades que se tornaron más demandantes durante el confinamiento. Pero también hubo diferencias en cuanto a la percepción del tiempo que se destinó a esto según sexo. 

“Pudimos identificar que las mujeres tienden a verse más afectadas en las sensaciones de desánimo, así como la percepción de sobrecarga del trabajo no remunerado, ya que perciben una carga no equitativa en estos temas” - Pilar Bontá, jefa de Dirección de Equidad de Género-VRA. 

Si bien los hombres declararon en alrededor de un 60% que estas responsabilidades no remuneradas se distribuyen equitativamente entre todos los miembros del hogar, las mujeres lo percibieron así en menos de un 40%. Por otro lado, más del 50% de las mujeres mencionaron que el trabajo no remunerado lo realizan principalmente ellas, mientras que para los hombres este porcentaje alcanzó el 20%. 

“Esto demuestra la importancia de seguir avanzando en materia de conciliación, fomentando por sobre todo la corresponsabilidad y el involucramiento de los hombres en las labores de cuidado”, comentó Pilar Bontá, jefa de Dirección de Equidad de Género-VRA.

“En este panorama general pudimos identificar que las mujeres tienden a verse más afectadas en las sensaciones de desánimo, así como la percepción de sobrecarga del trabajo no remunerado, ya que perciben una carga no equitativa en estos temas. Tener en cuenta esta posible sobrecarga es fundamental para resguardar la salud mental y la calidad de vida de nuestra comunidad en tiempos de COVID-19”, agregó.


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