"Tuve que cumplir roles más allá del de rector de la Universidad Católica"

Hay cosas que no cambian. Luego de casi 15 años en la oficina, ahí sigue el crucifijo en la pared, las citronetas en miniatura en una mesa secundaria y las figuritas de Elvis Presley mirando por la ventana hacia la Alameda. "¡Ahora tengo más Elvis, eso sí! ", aclara Ignacio Sánchez.

Pero hay también novedades en la oficina. La entrada la flanquean dos sugerentes estatuas: "Madre Araucana" (Virginio Arias, 1896) y "Maternidad" (Miguel Ángel Merino, 2019). Dentro, a la foto familiar del día que asumió se sumaron otras dos (cada vez con más integrantes), una por cada vez que fue renovado en el cargo. Apareció un aro de luz junto a su computador, para las reuniones virtuales. Están también sus instantáneas con los papas Benedicto XVI y Francisco. Recuerdos alegres y también signos más dolorosos, como las rejas que protegen las ventanas de la rectoría desde el estallido de 2019. Por ahí mira ahora el pediatra al mando de la Pontificia Universidad Católica de Chile desde 2010. 

El proceso para buscarle un sucesor está por partir. Opera con un  Comité de Búsqueda de 10 integrantes. Comenzarán a trabajar en septiembre. Generarán una terna. El gran canciller de la PUC y arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, elegirá un nombre en diciembre, Roma lo visará en enero y asumirá el 14 de marzo de 2025 a las 10:00 horas.

Cuando el comité tiene una lista corta, conversa con los candidatos para conocer sus miradas. "Y después, lo que me tocó a mí, al menos, fue que el cardenal Errázuriz nos pasó un cuestionario de 15 preguntas sobre los 15 desafíos que había levantado el Comité de Búsqueda como los que más preocupaban a la comunidad. Por ejemplo, a mí me preguntó qué haría con el College o con Canal 13". 

"Tenemos apoyo desde arriba, pero no basta con eso: hay que trabajar duro". 

 

- Eso explica que pueda llegar tomando decisiones. 
Claro. El plan de trabajo lo genera uno con su equipo, pero hay una guía global de cuáles son los temas que la universidad necesita resolver con urgencia. 

- En su discurso al asumir dijo que era un "modesto albañil" y que "el Señor es quien construye esta casa". A juzgar por todo lo que pasó estos 15 años, el Señor parece que se enredó harto en hacer la casa... 
(Ríe) Yo siempre he pensado que el cargo que uno ejerce acá tiene mucho de esfuerzo personal, pero también de ayuda más allá de la terrenal. En 136 años ha habido muchos desafíos, pero nuestra institución ha seguido creciendo y fortaleciéndose. Tenemos apoyo desde arriba, pero no basta con eso: hay que trabajar duro. 

-Apenas asumió, desarrolló un perfil muy activo. Por ejemplo, tomó muy pronto la decisión de desprenderse de Canal 13. Un estilo bien disruptivo. 
Yo entré a estudiar Medicina en 1979. Hace 45 años que estoy en la institución. Entonces, conocía los desafíos. Y la verdad es que el tema del canal era bastante álgido y complejo. Había que tomar una decisión y la tomamos. 

- La PUC en 136 años ha tenido 11 rectores. Usted era el más joven de la historia y sabía que era improbable que estuviera solo un período. Tenía tiempo, pero optó por entrar con una agenda activa. Hay una decisión ahí. 
Pensé que había que mostrar un estilo de trabajo. Ese estilo tenía que ser: hacer un diagnóstico, socializarlo, y tener un camino claro de solución. A pesar de que pudiera haber un tiempo largo de gestión, había muchas tareas y desafíos. Y uno de ellos era posicionar a la universidad en el ámbito público de la mejor forma. El desprendimiento del canal tenía que ir acompañado de un posicionamiento público que mostrara que eso no significaba que la universidad quería salir del espacio público.

"En estos 15 años me han dicho que soy de izquierda, que soy de centro y que soy derechista extremo. Pero, independiente de eso, he tomado las decisiones que he creído necesarias para el momento".

 

- Los artículos sobre usted al inicio enfatizaban su posición crítica al régimen militar, el aire de renovación... Pero a los meses ya tenía lienzos en el Campus San Joaquín tildándolo de "facho". O vivía incidentes como el que interrumpió un homenaje a Jaime Guzmán. 
En estos 15 años me han dicho que soy de izquierda, que soy de centro y que soy derechista extremo. Pero, independiente de eso, he tomado las decisiones que he creído necesarias para el momento. Si en una ceremonia en que se honra a un exprofesor destacado como Jaime Guzmán hay un atentado flagrante al respeto a los invitados y su memoria, tengo que condenarlo. Si un mes después hay una toma, y a pesar del diálogo, hay riesgo de violencia para la comunidad, tengo que decidir el desalojo. Si años después se aprueba una ley de aborto en tres causales y nosotros estamos en conciencia muy en desacuerdo con esto, yo personalmente tomo la decisión de poner una bandera a media asta. Y la tomo sabiendo que va a haber críticas y gente que va a mostrar incomprensión de esta medida. 

- ¿ Lo mismo aplica para la foto suya conversando en el suelo en pleno estallido? Hubo gente que no entendió que yo conversara con estudiantes que son de nuestra universidad, de Antropología; y decidí conversar con ellos para poder comprenderlos mejor. Yo entiendo que esas decisiones pueden ser polémicas, pero las tomo con la libertad de pensar y, por supuesto, uno siempre se puede equivocar, qué es lo mejor para la universidad. 

- Esa fotografía lo ha perseguido... 
Una imagen sin explicar activa el sesgo personal. Unos dicen "cómo es posible que el rector fomente la violencia". Otros piensan "qué bueno que el rector quiera escuchar a los estudiantes". Pero pocos preguntaron el contexto de esa foto: una Alameda convertida en peatonal, con niños, vendedores de Súper 8, de flores y de remolinos de viento. Me acerqué a una circunferencia de ocho o diez estudiantes que me invitaron, por mi nombre, a conversar. Y me senté porque es incómodo estar parado cuando las personas están sentadas en el suelo. Después hay dobles lecturas, pero nunca me he acercado a alguien viendo, por ejemplo, qué ropa usa, o qué pañuelo, o qué mochila. Siempre conversaría con cualquier persona.

 " Nunca me he acercado a alguien viendo, por ejemplo, qué ropa usa, o qué pañuelo, o qué mochila"

- Cuando revisa esas decisiones, ¿no piensa que hay alguna que podría haber sido distinta? 
No podría decir que cambiaría completamente una decisión. Sí creo que podría haber conversado más algunas decisiones. En el tema de la bandera, no lo conversé con nadie, esa es la verdad. Pero fue porque sabía que estaba muy polarizado. Gente muy opuesta a la ley decía: "No lo hagamos, porque nos vamos a abanderizar demasiado". 
 

- Ya estaban abanderizados. 
Sí, y lo hice como testimonio presente y, sobre todo, futuro de que nuestra institución siempre estará a favor de la vida y del respeto a la dignidad de la persona. Es importante que en 10 o 20 años más se sepa que en 2017 nuestra universidad manifestó su pesar por una ley con la que no estaba de acuerdo. 

- Habiendo una posición doctrinaria clara, no vio necesidad de validarla... –
  Los estudiantes hicieron plebiscitos y aparecieron dos tercios de apoyo al aborto en tres causales. Pero estos temas valóricos al interior de nuestra institución no son cosas de votaciones. Si por seguridad la población comienza a apoyar la pena de muerte, no vamos a apoyar eso. No es un tema de plebiscito, sino de respeto a la vida. 

- Su rectoría ha despertado pasiones a veces viscerales. Basta ver las críticas de Gonzalo Rojas. ¿A qué lo atribuye? 
A que desde 2011 se ha visto un cambio muy significativo en la sociedad. En la mirada valórica, en la mirada de la familia, en la recepción de los migrantes, etc. Chile ha cambiado mucho. La decisión fue estar presente cuando esos cambios se estaban produciendo. Para eso, había que estar en la calle, exponerse, estar en los medios. Ante momentos agitados, o la universidad se retrotraía y perdía injerencia, o se exponía y desataba esas pasiones que menciona. 

"La jerarquía de la Iglesia estaba bajo la problemática de los abusos, que siempre condenamos, así que sabíamos que, como institución, teníamos que tomar liderazgo cuando se estaba discutiendo sobre el tema del aborto y otros temas valóricos".

 

- Una explicación de esa mayor exposición suya es la crisis que vivió la Iglesia estos años. Hubo un largo momento en que usted fue la única voz de la Iglesia. 
No sé si la única voz, pero la jerarquía de la Iglesia estaba bajo la problemática de los abusos, que siempre condenamos, así que sabíamos que, como institución, teníamos que tomar liderazgo cuando se estaba discutiendo sobre el tema del aborto y otros temas valóricos. 

- De hecho, la  bandera a media asta fue aquí, no en las parroquias. 
Tomamos la responsabilidad de decir "a nosotros nos toca, en este período difícil, poner los puntos que nos parecen esenciales". Pero algo llamativo es que el prestigio de la U. Católica, en vez de bajar, aumentó. Nuestra propuesta fue enfrentar estos duros problemas, que no podíamos soslayar, mostrando que estábamos muy activos entregando al país lo mejor de nuestra institución. 
 

- En muchos momentos cruciales del debate público de estos 15 años, la gente se preguntó ¿ dónde está la Iglesia? ¿ Por qué no habla? Se debe haber sentido solo cargando una cruz que no le debería haber correspondido. 
Es cierto que tuve que cumplir roles más allá del de rector de la U. Católica, por los problemas que teníamos como Iglesia. Me alegra que hayamos podido ir avanzando y el arzobispo Chomali está teniendo una voz muy potente. Pero tengo que decir que la Iglesia ha estado viva, con una fe en crecimiento y muy ávida de que haya una conducción más central. 

- ¿ En algún momento dudó de su fe? 
No, porque el cristiano tiene la fe en Jesucristo, no en los seres humanos que transmiten la fe en Jesucristo. 
 

- Pero en el Credo uno declara su fe en la Santa Iglesia Católica. 
Por supuesto que hay decepción con personas que uno nunca hubiera imaginado que fueran capaces de cometer esos actos inaceptables, y la universidad siempre va a estar cercana a las víctimas y condenando estas agresiones. Pero mi fe no ha flaqueado, mi fe no está relacionada a la jerarquía de la Iglesia. 

"La política de gratuidad nació con un desfinanciamiento que en el trayecto se ha ido estresando cada vez más. Hoy ya es claro que la gratuidad universal no es algo que se pueda lograr en nuestro país"

- Otro tema que marcó su  período y parecía exceder el ámbito de la universidad fue el caso Frei...

El caso Frei fue muy complejo ya que se extendió por cerca de 20 años. Siempre estuve seguro de la inocencia de nuestros profesores. El juicio comprometía directamente a nuestros médicos y también a la universidad. Tuvimos que luchar contra mucho sesgo e incomprensión. Finalmente la verdad se impuso, pero lamentablemente los acusados fallecieron antes de conocer el fallo definitivo de la Corte Suprema. Fue un gran dolor para los familiares. 
 

- Han sido 15 años de mucho cambio en educación superior. ¿Cuál es su balance de políticas públicas como la gratuidad? 
Creo que con loables objetivos, con buenos ideales de inclusión y de apertura, con esas buenas intenciones como norte...

- ¿... se pavimentó el camino al infierno? 
(Ríe) No. Pero se han cometido errores que espero que se subsanen. La política de gratuidad nació con un desfinanciamiento que en el trayecto se ha ido estresando cada vez más. Hoy ya es claro que la gratuidad universal no es algo que se pueda lograr en nuestro país. 

- ¿ Qué tipo de persona necesita la universidad para sucederlo en rectoría?

Una persona que tenga una trayectoria, que sea abierta y dialogante. 

- ¿Debiera mantener su perfil de actor público relevante? 
Sí, me gustaría que la presencia pública de la institución no disminuya. 

"Voy a tener mucha prudencia con las nuevas autoridades. Voy a ponerme al servicio de quien llegue a esta oficina, pero sin hacer ninguna sombra y dejándole toda la conducción. Uno tiene que bajar su visibilidad pública". 

- No ha sido fácil ser rector estos 15 años, pero quizás es más difícil ser exrector. ¿Qué es lo que más va a extrañar? 
Uno no sabe lo que va a extrañar... 

- ¿ Las entrevistas? 
(Ríe) Claro, pero también uno preferiría tener más anonimato de repente. 

- ¿ Se va a contener de mandar cartas al director para opinar? 
¿ De qué? 

- Del rector nuevo, por ejemplo. 
Voy a tener mucha prudencia con las nuevas autoridades. Voy a ponerme al servicio de quien llegue a esta oficina, pero sin hacer ninguna sombra y dejándole toda la conducción. Uno tiene que bajar su visibilidad pública. 

- ¿ Va a volver a Medicina? 
El próximo año probablemente esté un tiempo fuera, pero poniéndome a disposición del nuevo rector o rectora. Y sí, también quiero volver a Medicina. Lo que más disfruto es la docencia clínica. Poder estar analizando un paciente con estudiantes de tercero o cuarto año, donde se forja el estilo médico de hacer las cosas. Puedo aportar mucho ahí. 

- Y dado que lo ven como partidario de tantos partidos políticos, ¿no ha pensado en dedicarse a la política? 
No, ese no es un pensamiento que yo he tenido. Tampoco he tenido ningún ofrecimiento, para ser muy claro en la respuesta. 

- El próximo año hay elecciones... 
Pero a este celular nadie ha llamado. 

- ¿ Está abierto si lo llaman? 
No hay ningún plan por ese lado.

"Mi señora trabaja en la universidad, todos mis hijos estudiaron acá y no debe ser fácil ser hijo de rector siendo estudiante. Las decisiones que uno toma afectan a todo el grupo familiar. Pero siempre con comprensión, compañía y apoyo". 

- Usted ha mantenido 15 años de agenda intensa. ¿Se lo cobran a nivel familiar? 
Siempre he tenido mucho apoyo en la familia. Mi señora y mis hijos entienden el nivel de compromiso y se dan cuenta de la relevancia de lo que uno está haciendo. 

- Pero una cosa es vivir con un rector y otra con uno que, como reconoce, ha ido más allá de su rol... En algún momento le habrán dicho "¿ para qué te metes en eso?" 
Bueno, hay veces en estos años... cuando me han sacado de paseo en las redes sociales... me han hecho memes y, claro, hijos o hijas dicen "pucha, papá... mira cómo te pusieron". Mi señora trabaja en la universidad, todos mis hijos estudiaron acá y no debe ser fácil ser hijo de rector siendo estudiante. Las decisiones que uno toma afectan a todo el grupo familiar. Pero siempre con comprensión, compañía y apoyo. 

-  ¿ Sigue su consulta médica los martes? 
No, terminé en pandemia, pero ahora pienso volver a retomarla. 

- ¿ Continúa tocando la batería? 
He estado activo. He integrado algunos conjuntos con profesores de Ingeniería que me han dado espacio. 

- ¿ Y el Club de la Citroneta? 
Sigo activo en el club, ocupando mi citroneta con cierta regularidad y maravillando a los santiaguinos con mi vehículo. 

"Una universidad más inclusiva es una mejor universidad" 

- Su legado incluye el Centro de Innovación, la Escuela de Gobierno, Clapes UC, Radio Beethoven, Conecta Mayor... ¿Cuál es el hijo que más quiere?
¡Los quiero a todos por igual! Pero diría que hay cuatro áreas que destacaría. Primero, calidad, donde, por ejemplo, puedo decir que el Centro de Innovación en estos 10 años ha sido un aporte para que la investigación se transfiera a la sociedad. Se ha trabajado mucho en la parte académica y también en investigación; construimos, por ejemplo, una red de nueve estaciones regionales donde vienen profesores de distintas universidades del mundo y hacemos que la investigación regional crezca. En esa línea también sumo el crecimiento que ha tenido la institución, que pasó de 18 mil estudiantes a más de 30 mil hoy.

- Habitualmente, un aumento así en la matrícula se asocia con un sacrificio de la calidad... 
Es que se ha hecho en 15 años y muy pensadamente. Partir una nueva carrera toma de tres a siete años de estudio.
Y las ampliaciones de cupos implican contratación de nuevos profesores, para mantener el tamaño de los cursos. 

- ¿ No es que las instituciones de educación superior se empiecen a parecer al modelo argentino de acceso amplio y un colador al pasar a segundo año?

No, nosotros hemos tenido este crecimiento con un aumento en los puntajes de corte en la gran mayoría de las carreras. Hace 10 o 12 años reclutábamos el 45%50% de los mejores puntajes y ya estamos cerca del 70%. Cuando ponemos una vacante de profesor a tiempo completo, recibimos 80 o 90 currículums. Además, estamos 93 en los rankings globales; hace 15 años estábamos cerca de los 400. 

- Hablaba de cuatro puntos de su legado. ¿Cuáles son los otros tres? 
El segundo es la inclusión y diversidad. Pasamos de 32% de estudiantes de colegios municipales y particulares subvencionados a 48%. Estoy convencido de que una universidad más inclusiva y más diversa es una mejor universidad. Tenemos mucha integración y queremos promocionarla en el patio, en los trabajos prácticos. 

"El tercero es la internacionalización. Tenemos convenios con 600 universidades y 40 socios clave en los distintos continentes donde ponemos más esfuerzo en programas comunes, en tareas de investigación común.

Y el cuarto es el tema patrimonial y cultural. Ahí está Radio Beethoven, Mavi UC, la colección de obras de Violeta Parra y Vicente Huidobro, la Colección Gandarillas, el legado que nos dejó Francisco Coloane, el que nos dejó Juan Pablo Izquierdo, el que nos van a dejar Los Jaivas... Acabamos de recibir el archivo presidencial del presidente Ibáñez y estamos en conversaciones avanzadas para recibir el del presidente Piñera".