UC busca aumentar cupos para hombres y mujeres en carreras con predominancia femenina o masculina
Para la admisión 2024, la UC da un nuevo paso en equidad de género, abriendo nuevos espacios a los hombres en carreras tradicionalmente femeninas en el área de la salud: Enfermería, Fonoaudiología, Terapia Ocupacional, y Nutrición y Dietética. Lo que se suma a la incorporación, en este mismo proceso, de las carreras de Ingeniería Civil, Construcción y College en Ciencias Naturales y Matemáticas con cupos exclusivos para mujeres.
Promover la equidad de género al interior de la comunidad universitaria es el foco de la Vía de Admisión de Equidad de Género, que tiene sus inicios en el año 2021 con la instauración de vacantes exclusivas para mujeres en la Facultad de Teología. Y, al año siguiente, en las carreras de Matemáticas, Astronomía, Estadística y Física, con la vía de Mujeres en Ciencias en el marco del Proyecto Ciencia 2030, a las que se sumaron las carreras de Agronomía y Sistemas Naturales, y Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de Datos y en Ciencia de la Computación, con cupos exclusivos para mujeres.
En el proceso de admisión 2024 se consolidará esta iniciativa sumando a las carreras de Ingeniería Civil, Construcción Civil, y College en Ciencia Naturales y Matemáticas, a la vía de Mujeres en Ciencias.
Pero se asume también otro desafío: disminuir la brecha de género en carreras feminizadas del área de la salud, con la apertura de cupos exclusivos para hombres en Enfermería, Fonoaudiología, Terapia Ocupacional, y Nutrición y Dietética.
“El objetivo específico de esta vía es incentivar el acceso de estudiantes mujeres u hombres en carreras donde históricamente han estado subrepresentados y en las cuales tenemos claro que una mayor diversidad en el aula, será un aporte y enriquecimiento de la formación profesional de todas y todos los estudiantes. Hoy, el desarrollo de todas las profesiones requiere del trabajo colaborativo, donde las perspectivas de hombres y mujeres son muy importantes. Esto es válido en todos los ámbitos de la vida, en la academia y en la investigación científica”, explica Juan Echeverría, director de Admisión y Financiamiento Estudiantil.
Desde la Dirección de Equidad de Género, una de las áreas propulsoras de esta vía de admisión, aseguran estar muy contentas con la rapidez con que han acontecido estos avances que apuntan no solo a la promoción de la participación femenina en la comunidad estudiantil, sino que, más aún, demuestra que la UC está dando un paso vanguardista al promover la participación masculina en áreas disciplinares tradicionalmente femeninas como Enfermería y Ciencias de la Salud.
“Sin duda, esto es reflejo del avance sustantivo de nuestra Universidad en promover la equidad de género. A partir de ello es posible vislumbrar que estas vías de admisión de equidad de género contribuirán a eliminar los sesgos culturales que han limitado estructural e históricamente las posibilidades de mujeres y hombres en campos disciplinares en términos de acceso, elección y desarrollo académico, con un impacto además muy positivo para el país”, afirma Silvana Zanlungo, directora de Equidad de Género.
Nuevo desafío: mayor participación masculina en áreas de la salud
Cuando se habla de equidad de género se tiende a pensar en equilibrar la participación y desarrollo de las mujeres en diferentes ámbitos de la vida, en este caso particular, en el ámbito académico. Sin embargo, existen carreras o áreas disciplinares en que son los hombres quienes tienen una escasa participación, como es el caso de Enfermería, Fonoaudiología, Terapia Ocupacional, y Nutrición y Dietética al interior de la UC.
Los números así lo demuestran. En los últimos tres años, estas carreras han mostrado una preponderante participación femenina en términos de acceso. En Enfermería, en el año 2021, su matrícula de estudiantes mujeres fue de 88%, al año siguiente fue del 87%, mientras que en 2023 alcanzó el 85,8%. En Terapia Ocupacional, en tanto, en 2021 tuvo un 98,8% de matrícula de mujeres y solo un 1,2% de hombres, que corresponde a la matrícula de un estudiante varón. Al año siguiente, del total de estudiantes que ingresaron a esta carrera, el 95% fueron mujeres, mientras que en el 2023, el 91,3% de su ingreso corresponde a estudiantes de sexo femenino. El panorama en Fonoaudiología, y Nutrición y Dietética, es muy similar.
De esta forma y como una iniciativa que se gesta en la Facultad de Medicina y su Escuela de Enfermería, este 2024 nace esta vía de admisión, que busca dar más espacios a hombres en estas carreras del área de la salud que presentan una mayor brecha de género en desmedro de los hombres.
“Los centros de salud requieren cada vez más hombres en las funciones de cuidado y atención de pacientes, y eso no necesariamente se ha visto suficientemente reflejado en el incremento de postulaciones de ellos a estas carreras. Por eso nace la iniciativa de favorecer en la admisión a quienes, teniendo un marcado interés por el área, no quedaron seleccionados por la admisión centralizada, aun siendo buenos postulantes”, explica el director de Admisión UC.
Ampliando espacios para mujeres en STEM
Para la decana de la Facultad de Ingeniería, Loreto Valenzuela, las universidades han dado un paso importante hacia la igualdad de género en las ciencias y la tecnología al ofrecer cupos adicionales para mujeres en carreras STEM (acrónimo en inglés que alude a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). En el caso de Mujeres en Ciencias UC, la Facultad Ingeniería da un paso más y sumará vacantes para mujeres en Ingeniería, Construcción Civil y Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de la Computación para esta vía de admisión en 2024.
"En este esfuerzo por diversificar los enfoques y las perspectivas únicas que aportan las mujeres, también se suma NACE, una iniciativa pionera que se ha consolidado como una vía complementaria de acceso a la universidad, al ponderar las capacidades científicas y tecnológicas de estudiantes de enseñanza básica y media. Gracias a su enfoque en la equidad de género, un 43% de mujeres fueron seleccionadas en el último proceso de postulaciones, lo que viene a enriquecer enormemente el campo científico", destaca la autoridad académica.
“Con la apertura del ‘Cupo Mujeres en Ciencia’, College UC se suma a la apuesta de atraer a estudiantes con talento y motivación para construir trayectorias únicas en la educación superior, particularmente entre quienes han sido tradicionalmente excluidas de las disciplinas de las ciencias naturales, matemáticas y la tecnología, como las mujeres”, comenta la directora de College UC, Romy Hecht.
Este hito se suma al esfuerzo que realiza la Universidad y este programa, en particular, por entender mejor cómo avanzar en ir disminuyendo las brechas de género en STEM. Recientemente se incorporó a College la académica Fernanda Ramírez, quien dentro de sus líneas de investigación, se encuentra precisamente las temáticas de género en educación. “En esa línea, los cupos de mujeres en ciencias son una gran oportunidad de diversificar nuestro estudiantado, ya que no solo nos permitirá admitir más mujeres en esta área, sino que entregar una potente señal de que College es un lugar para las mujeres que tienen pasión por las ciencias”, dice Rommy Hecht.
¿Por qué avanzar hacia la equidad de género?
El foco de las vías de admisión de equidad, explica Catalina García, directora de Inclusión, es “abrir oportunidades de ingreso a la educación superior y, en específico a nuestra universidad, para personas que en su proceso académico previo escolar enfrentan barreras e injusticias respecto de las posibilidades de aprendizaje. Por lo tanto, si tenemos un único Sistema Nacional que nos compara a todos de igual manera, es difícil poder tener acceso a estas oportunidades, porque desde la base existen personas que se encuentran en una situación de barrera o inequidad”.
En ese contexto, la directora del eje de Liderazgo Femenino y Equidad de Género de Ciencia 2030, María Isabel Cortez, explica que el establecimiento de los cupos especiales para mujeres en carreras científicas es una manera de hacer justicia, tratar de equiparar la cancha de las barreras que existen histórica y socialmente. “Hay un montón de cosas que vienen de atrás que hacen que el acceso no sea equitativo. La percepción es distinta de acuerdo al lugar que tú puedes ocupar en la disciplina, dependiendo si eres niño o niña, y cómo se relacionan con la ciencia desde la infancia. Por lo tanto, estos cupos son un ‘desde’, un mínimo para partir, porque las brechas de género no se reducen solo a la representación en número, sino que también en temas de responsabilidades que asumen dentro de la disciplina, el desarrollo de carrera, entre otros”, afirma la académica.
Explica, además, que existen estudios que postulan que estas brechas de género en desmedro femenino, se manifiestan con mayor énfasis en las carreras con alto componente matemático, mientras que otras investigaciones correlacionan este fenómeno con la idea de que existen ciertas carreras que requieren cierto ‘grado de genialidad o talento’ por parte de quienes se desenvuelven en ellas. “Al existir cada vez más referentes profesionales, hombres o mujeres, que se desarrollen en estas áreas tradicionalmente masculinizadas o feminizadas, habrá más posibilidades de que niños y niñas se vean reflejados en ellos y opten por estas carreras”, enfatiza Juan Echeverría.
Pero, ¿por qué buscar la equidad de género? Para María Isabel Cortez son múltiples las razones, que implican los motivos socio-culturales, pero también porque la multiplicidad de miradas contribuye a enriqucer la disciplina. “Tiene que ver con el desarrollo de la ciencia en sí misma, porque se necesita que entre quienes desarrollen ciencias, haya diversidad para identificar y proponer problemas y/o soluciones, y también por la interpretación de lo observable, que puede tener una percepción distinta desde la mirada de un hombre como de una mujer”, acota.
Esa riqueza es la que se ha evidenciado con los cupos para mujeres en Teología y en las carreras STEM en los últimos tres años. “En Teología ha sido un proceso muy especial, no solo por el gran aporte que hacen estas mujeres por el simple hecho de serlo en un ámbito predominantemente masculino, sino también por el hecho de que son personas que vienen con la experiencia del trabajo pastoral previo, lo que sin duda enriquece la discusión académica al interior de la Facultad”, afirma Juan Echeverría.
En el caso de las carreras científicas, agrega que en todas se cuenta con importantes referentes femeninos, “pero un mayor volumen también favorece que la mirada femenina de los problemas esté más presente en los análisis y discusiones que se producen en el aula y la academia”.
A paso lento pero seguro
Las experiencias obtenidas en Teología y Ciencias han sido las esperadas, enriqueciendo sus respectivos espacios disciplinares, y la discusión científica y académica. Es por eso que, desde la Vicerrectoría Académica, a través de las direcciones de Admisión y Financiamiento Estudiantil, de Equidad de Género y de Inclusión, se apuesta por abarcar próximamente otras carreras como Ciencias Biológicas, y Química y Farmmacia, con cupos para mujeres, y Educación Parvularia, Educación Especial y Educación Básica, Letras Inglesas y Letras Hispánicas, junto con las Artes, con la creación de cupos de admisión especial para hombres, con miras a disminuir las brechas de género en estas áreas.
"Todavía tenemos muchos desafíos por delante, pero estamos avanzando de manera consistente para promover ambientes más diversos. Para nosotros, el abrir espacios para hombres en carreras ‘feminizadas’ es un gran hito porque nos permite avanzar de manera integral en equidad de género", concluye el vicerrector Académico, Fernando Purcell.