UC celebra misa por la paz y la concordia en Chile a un mes del estallido social
El vice gran canciller de la UC, padre Tomás Scherz, dijo que los cristianos deben ser solidarios con quienes “están al borde del camino”.
Durante la homilía en la misa por Chile que se celebró en la iglesia Sagrado Corazón del Campus San Joaquín, el padre Tomás Scherz, vice gran canciller Universidad Católica, dijo que los chilenos buscan “una paz que se funde en una convivencia dentro de nuestra patria”.
La Eucaristía fue convocada por el rector de la UC, Ignacio Sánchez, con motivo del primer mes del estallido social de Chile. El rector hizo un llamado a la comunidad “para que juntos apoyemos solidariamente a quienes están viviendo situaciones complejas, de forma que todos podamos salir adelante”. En los últimos 30 días la UC se ha visto obligada a cerrar sus campus la mayor parte del tiempo por motivos de seguridad.
Tras esta situación, Sánchez hizo un llamado a “generar espacios de mayor rutina y de encuentro presencial”, a la vez que “retomar este contacto en nuestros campus, en un marco de compromiso por un mejor país y en un trabajo activo por la paz y el cuidado de todos”. El rector hizo una invitación a proteger la convivencia, manifestar las opiniones con respeto, promover el diálogo, y ser sensibles frente al dolor y temor de los demás.
Más de un centenar de fieles participaron de esta misa entre estudiantes, funcionarios y académicos quienes pidieron con fervor que se hagan efectivas las propuestas de cambio social planteadas en los últimos 30 días para que la calma retorne al país.
El padre Scherz hizo alusión al evangelio de la curación del ciego de Jericó (Lc 18, 35 – 43), e invitó a los fieles a escuchar el clamor de los más necesitados como hizo Jesús con este personaje: “Lo que muchas veces nosotros creemos es un llamado que podemos oír o ver con claridad”, indicó.
El sacerdote exhortó a los allí presentes a que, junto con orar por la paz, pedir a Jesús, como hizo el ciego de Jericó “que yo pueda ver”. Ver, mirar y oír las súplicas de los más necesitados que, de la misma manera que este hombre, muchas veces claman por acciones solidarias que puedan permitirles llevar una vida más digna.
Dijo además que los cristianos debemos, a semejanza del Señor Jesús, “estar involucrados con los que están al borde del camino”, refiriéndose al ciego de Jericó quien se puso allí para poder ver a Jesús, aprovechando que se encontraba en esta ciudad, que quedaba de paso hacia Jerusalén.
El vice gran canciller de la Universidad Católica expresó así su deseo de que el Señor “nos bendiga, nos permita construir puentes de fraternidad que es propio de la universidad”, un lugar que no se debe limitar a ser “un laboratorio de profesionales con buena conciencia” sino que ella misma sea “una voz que ayude a nuestros hermanos” y que nos permita “ser una comunidad que quiere caminar y rezar constantemente por nuestro país”.