UC innova en la formación temprana a través de sus salas cuna y jardines infantiles

Recientes estudios demuestran que los primeros cinco años de vida de las personas son determinantes para su desarrollo. Es en este periodo, que mediante una adecuada estimulación e interacción con otros individuos, el cerebro de los niños puede experimentar un importante crecimiento y la generación de una serie de conexiones neuronales que inciden en su bienestar emocional y evolución cognitiva. 

Es precisamente esta la apuesta pedagógica de las salas cuna y jardines infantiles de la UC, que atienden a los hijos de quienes trabajan en la institución. A través de un modelo integral, interdisciplinario e inclusivo, que considera el conocimiento y metodologías desarrolladas al interior de la misma universidad, se promueve la formación de los niños -desde los 85 días de vida a los cuatro años y 11 meses- que asisten a estos centros educativos ubicados en los campus Casa Central, San Joaquín y Oriente. 

“Las salas cunas y jardines infantiles UC son un compromiso con la formación preescolar de los hijos de quienes trabajan en nuestra institución. Es un beneficio que contribuye a la conformación de una comunidad inclusiva, acogedora y fraterna, basada en los principios de identidad católica”, explica Loreto Massanés, vicerrectora Económica de la UC, quien subraya que el alto estándar de calidad de estos centros permite “potenciar el desarrollo y bienestar de los niños, facilitando a su vez una mejor conciliación trabajo-familia”.

“Las salas cunas y jardines infantiles UC son un compromiso con la formación preescolar de los hijos de quienes trabajan en nuestra institución. Es un beneficio que contribuye a la conformación de una comunidad inclusiva, acogedora y fraterna, basada en los principios de identidad católica” -  Loreto Massanés, vicerrectora Económica UC

Uno de los aspectos interesantes es que al estar las salas cunas y jardines infantiles en los campus universitarios se facilita la posibilidad de que se aproveche el conocimiento desarrollado por académicos y estar a la vanguardia en el ámbito pedagógico. “Nos da la posibilidad de trabajar permanentemente con las distintas facultades como campo clínico. Colaboramos así con la Facultad de Educación, en educación parvularia, con la Escuela de Psicología y con Ciencias de la Salud, en distintas materias, nutrición, fonoaudiología, en terapia educacional”, comenta la directora de Personas, Fernanda Vicuña. Ella explica que al equipo conformado por educadoras y técnicas en atención de párvulos se han incorporado de manera permanente una psicóloga infantil y a una terapeuta ocupacional para que contribuyan a desarrollar al máximo el potencial de los niños. Es así como se ha implementado el ejercicio del semáforo de las emociones, una dinámica grupal que permite que los niños puedan identificar sus propias emociones cuando llegan a los recintos y que fomenta su bienestar.

“Nos da la posibilidad de trabajar permanentemente con las distintas facultades como campo clínico. Colaboramos así con la Facultad de Educación, en educación parvularia, con la Escuela de Psicología y con Ciencias de la Salud, en distintas materias, nutrición, fonoaudiología, en terapia educacional” - Fernanda Vicuña, directora de Personas UC

A diferencia de lo que ocurre con otras universidades chilenas que han decidido firmar convenios con entidades externas, la UC decidió hace 53 años desarrollar sus propios centros educativos, lo que además le ha permitido innovar en materia de primera infancia con diversos programas.

Versatilidad y metodologías diversas

Entre las metodologías que se han incorporado está MAFA, un sistema de modelamiento del ambiente físico de aprendizaje que creó un equipo interdisciplinario liderado por los académicos Cynthia Adlerstein, de la Facultad de Educación UC, junto a Patricia Manns y Alberto González de la Escuela de Diseño UC. Alejandra Godoy, coordinadora de Sala Cuna y Jardín Infantil UC, explica que a través de MAFA se logra que el ambiente físico sea más significativo y flexible, facilitando que los mismos niños adquieran un rol protagónico y puedan explorar y cambiar el ambiente en el que se desenvuelven. “El espacio nunca es igual, cambia de acuerdo a las necesidades que los niños deciden y a la vez se construye un tercer educador en el aula, que es este ambiente físico”, agrega.

Otra de las líneas que se han impulsado tienen que ver con la promoción de hábitos de alimentación saludables. El programa HaViSa UC, elaborado por la médico y académica Salesa Barja y las nutricionistas María Inés Loyola y Carolina Ortiz, se ha erigido como una respuesta concreta frente a los problemas de sobrepeso y obesidad que experimenta Chile.  “Se hace de real importancia implementar hábitos de vida saludable desde la infancia. A partir del 2021 los jardines y salas cuna UC estamos trabajando con la dieta mediterránea en los niños, que se caracteriza por aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales, grasas saludables, legumbres y pescado, aceite de oliva, pan integral, entre otros”, dice la nutricionista Carolina Ortiz. El plan considera además tres evaluaciones nutricionales al año y un proceso de retroalimentación que se realiza con las familias.

“Se hace de real importancia implementar hábitos de vida saludable desde la infancia. A partir del 2021 los jardines y salas cuna UC estamos trabajando con la dieta mediterránea en los niños" - nutricionista UC Carolina Ortiz

La iniciativa ha estado muy vinculada al trabajo que se desarrolla en el Huerto San Francisco UC, ubicado en el Campus San Joaquín y que constituye un espacio educativo que le permite a los niños estar en contacto con la naturaleza e incorporar la importancia de la sustentabilidad.  “Aprovechamos el espacio del Huerto San Francisco para llevar verduras y que los niños puedan degustar en el mismo huerto. Ha sido beneficioso para ellos, porque vemos que la aceptabilidad de los alimentos saludables ha mejorado. Si antes consumían el 20% de este tipo de alimentos, ahora han aumentado a 80%”, cuenta la nutricionista María Inés Loyola.

En el huerto los niños aprenden a sembrar y cosechar alimentos, y como explica la educadora María Teresa Montecinos de las salas cunas y jardín de San Joaquín, también a explorar diferentes materialidades y texturas, fomentándose su proceso de descubrimiento del entorno. Además, se trabaja con agua, conchitas de mar y témpera, así como se desarrollan actividades de pintura, lectura y de juego, apostando a una formación integral y diversa.

“El proyecto educativo contempla el desarrollo integral de los niños. Desarrollamos planificaciones que contemplan las características, necesidades e intereses de los niños, y experiencias que tengan una relación con el arte, la lectura, la imaginación, todo esto enmarcado en un ambiente cálido y afectivo”, cuenta Belén González, educadora jefa de la sala cuna y jardín infantil del Campus San Joaquín.

“El proyecto educativo contempla el desarrollo integral de los niños. Desarrollamos planificaciones que contemplan las características, necesidades e intereses de los niños, y experiencias que tengan una relación con el arte, la lectura, la imaginación” - Belén González, educadora jefa del jardín infantil de San Joaquín

Deportes y comunicación fluida

La actividad física es muy relevante dentro de la propuesta educativa. Dos veces a la semana se realizan clases de educación física con el apoyo del programa FullKids, que busca propiciar habilidades motrices, de estabilidad y locomoción, constituyendo un espacio lúdico y de juego relevante para los niños. Una vez a la semana se imparte además una clase de yoga.

Rosario Maze, jefa de Bienestar y Calidad de Vida de la Dirección de Personas, explica que una de las ventajas importantes que tienen los centros educativos de primera infancia de la UC es que se ubican en los mismos campus donde trabajan los apoderados, por lo cual permiten promover el contacto familiar. “Contribuimos a que quienes trabajan en la universidad puedan estar más tiempo con sus hijos. Además, contamos con una jornada extendida, que se ajusta a las necesidades de la familia. En algunos de nuestros jardines abrimos a las 7:30 AM y cerramos a las 20:30”, dice.

Con la finalidad de tener un canal de comunicación más fluido con las familias se implementó este año una plataforma digital (Kids Book). Maribel Durán, educadora jefa de de Sala cuna y Jardines Campus Oriente, concluye que “es importante en el quehacer la comunicación con las familias, eso nos permite estar en línea y poder hacer un trabajo común. Esta herramienta nos permite una comunicación directa, rápida y sustentable”.

- Ver video del trabajo de Salas cuna y jardines infantiles UC