UC recibe legado patrimonial de Sergio Larraín
Tras la firma del convenio con representantes de su familia, la Universidad Católica contará con un archivo de documentos privados en los que el icónico fotógrafo desarrolló otras reflexiones y disciplinas artísticas.
“Es un día de gran alegría para la UC, muy bienvenida a la universidad, porque siempre que recibimos donaciones culturales como ésta nos sentimos con una gran responsabilidad y compromiso con la familia”, dijo el rector Ignacio Sánchez al finalizar la firma del legado de Sergio Larraín Echeñique, a través de su hija Gregoria Larraín Truel y Juan José Larraín, quienes sostuvieron el acuerdo de donación con la universidad.
Durante la ceremonia también estuvieron presentes la vicerrectora de Comunicaciones y Extensión Cultural Magdalena Amenábar; el director de Asuntos Jurídicos UC, José Miguel Burmeister; el director Núcleo Colecciones UC, Emilio de la Cerda y Maximiliano Santa Cruz.
"Esta firma es una gran alegría para todos los involucrados. Queremos primero agradecer a la familia por esta confianza en la universidad y el apoyo en este proceso. Y también agradecer al rector, por haber manifestado hace bastante tiempo una agenda muy fuerte en patrimonio cultural”, dijo Emilio de la Cerda durante la solemnización del convenio.
El material donado ampliará la visión y el reconocimiento que hay sobre Larraín, quien siempre destacó como el fotógrafo chileno de mayor relevancia internacional, gracias a su trabajo con la Agencia Magnum. Pero su dimensión artística y su mirada humanista alcanzaría otros ribetes tras volver a Chile y decidir refugiarse en una búsqueda espiritual en Tulahuén.
Hoy, esa otra dimensión podrá ser conocida por investigadores, estudiantes y personas interesadas en el legado de Larraín, quien murió en 2012.
“Cualquier archivo de un artista supone atravesar un umbral, bien delicado, entre el público de ese autor y la intimidad familiar o creativa detrás de esa obra. Por lo tanto este es un acto de mucha cercanía. En el caso de Sergio Larraín eso es muy notorio, porque es un autor de prestigio muy significativo a nivel internacional como fotógrafo, que en un momento de su vida decide retirarse de la fotografía, pero siguió desarrollando una obra artística en otros formatos, como la escritura y la pintura. Con filiaciones menos conocidas, como su vínculo con Adolfo Puga en pintura que es algo a estudiarse de forma realmente profunda, y todo ese mundo es más desconocido acerca de Larraín”, recalcó Emilio de la Cerda.
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Visión pictórica
Después de realizarse la ceremonia de donación, este nuevo archivo patrimonial acogido por la UC consiste en 79 cuadros realizados en óleos y acrílicos, además de dibujos, su biblioteca personal, textos de su autoría, como "Kinder Planetario" y "Satori", libros de fotografías autografiados, 10 volúmenes empastados de correspondencias con distintas autoridades y fotógrafos, como Cartier-Bresson, y valiosos objetos, como su máquina de escribir y su ampliadora de fotos. Con una obra fotográfica que tuvo una reconocida trayectoria internacional, Sergio Larraín decidió un nuevo rumbo a fines de los años 70. Por ese entonces decidió retirarse en el norte de Chile, donde desarrolló otras búsquedas artísticas y espirituales. Desde ese tiempo hasta su muerte, durante cuarenta años enfocó sus talentos a la pintura y escritura.
“Es una maravilla que pueda continuar el trabajo de mi padre a través de este vínculo con la UC, por un lado tan formal y con tanto cariño. Él fue un artista excepcional, sobre todo por su principal talento, la fotografía. Pero también dejó muchos escritos, libros hechos a mano, obra epistolar, pinturas al óleo, dibujo y objetos personales que son su legado. Faltaba este espacio que ahora nos ofrece la UC, donde se reúne este archivo que grafica más profundamente su pensamiento y sus creaciones en los últimos cuarenta años de su vida. Estoy segura que muchos investigadores y jóvenes se interesarán por Sergio Larraín, su pensamiento y la factura radical de este artista multifacético”, dijo Gregoria Larraín.
Durante la firma del convenio, Gregoria agradeció especialmente a su hermano Juan José Larraín, a su prima Cecilia Puga Larraín, y a quienes redescubrieron la obra de su padre.
“Doy gracias por este generoso proyecto que ahora comienza, y quiero también agradecer a Sergio Larraín, mi padre, quien nos entregó tantos tesoros durante su vida y que ahora podremos compartir con todos”, manifestó Gregoria Larraín.