UC y Fundación Chile-África firman convenio para apoyar la niñez vulnerable en Kenia

La Fundación Chile-África y la Universidad Católica firmaron un convenio de colaboración destinado a respaldar proyectos en el continente africano en beneficio de la niñez vulnerable y en situación de discapacidad: ambas instituciones acordaron establecer relaciones de cooperación para realizar acciones orientadas a ampliar y fortalecer las iniciativas que realiza la Fundación Chile-África en Kenia y en otros países de África, para acoger y apoyar a niños, niñas, adolescentes y grupos vulnerables o en situación de abandono y de discapacidad intelectual, con atención especializada y personalizada para mejorar su calidad de vida. 

“Poner los ojos en África para nuestro país constituye un llamado a revisar nuestras prioridades, siempre orientadas a cómo nosotros podemos alcanzar nuevos estándares económicos y sociales, para lo cual solo consideramos a los países más avanzados, en lugar de levantar nuestros ojos hacia otros horizontes"- Hernán Larraín, presidente del directorio Fundación Chile- África

La ceremonia tuvo lugar en el Salón de Honor de Casa Central, ocasión en que el rector Ignacio Sánchez y el presidente del directorio de la Fundación Chile-África, Hernán Larraín F., firmaron un convenio que establece el trabajo conjunto. También participaron la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente; la exembajadora de Chile en Kenia, María Alejandra Guerra; y el sacerdote Alejandro Ruíz, misionero en Kenia de la Congregación Don Orione, inspirador de la creación de esta Fundación. Además, se encontraban presentes autoridades del plantel, miembros del directorio de la Fundación, representantes de organizaciones sociales, académicos, investigadores, profesionales, estudiantes e invitados especiales. 

Con los ojos puestos en los niños y niñas de África 

"Hemos creado esta Fundación Chile-África, pensando en cooperar de un modo más ordenado y sistemático los desvelos de estas personas que entregan su vida por esta causa. Pensamos que una palabra, puede mover a la acción a muchas personas; que una experiencia puede dar lugar a una obra buena; que el aporte de algunos recursos materiales, puede transformar a una comunidad", manifestó Hernán Larraín. Además, explicó que los anhelos de la Fundación son impulsar una nueva Escuela, cerca de donde viven en la actualidad el padre Alejandro Ruiz y otros integrantes de su Congregación, en Nyadorera, Kenia, ubicada a 500 kilómetros de Nairobi, la capital, próxima a la frontera con Uganda y a poca distancia del Lago Victoria. Cabe recordar que en este país de 43 millones de habitantes, un 75% de ellos vive en zonas rurales y los niveles de pobreza superan el 50%.

“Buscamos establecer una escuela rural de excelencia en calidad, que sea referente en el país, evitando con ello la migración hacia las grandes ciudades, que permita a niños y adolescentes prepararse en gran forma para seguir un camino profesional, con integración escolar, fuerte énfasis en la cultura y formación en las grandes líneas propias de una enseñanza básica, con acento en valores y hábitos”, indicó Larraín. Y agregó: “Poner los ojos en África para nuestro país constituye un llamado a revisar nuestras prioridades, siempre orientadas a cómo nosotros podemos alcanzar nuevos estándares económicos y sociales, para lo cual solo consideramos a los países más avanzados, en lugar de levantar nuestros ojos hacia otros horizontes, donde nos encontraremos con la mirada de muchos que, quizás, con una mano amiga, puedan ser más”, concluyó. 

“Es por esto que hoy hemos querido asociarnos a través de este convenio con la Fundación Chile-África para trabajar de manera conjunta en la labor de cuidado, asistencia, educación y rehabilitación de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad tanto social como física de Kenia y otros países de África” - rector Ignacio Sánchez.

“Creemos que es posible hacer más y mejor”

Por su parte, el rector Ignacio Sánchez señaló que como Universidad Católica no podemos sino estar en sintonía con este trabajo y con la defensa de la dignidad de las personas, en particular de quienes más nos necesitan. “Es por esto que hoy hemos querido asociarnos a través de este convenio con la Fundación Chile-África para trabajar de manera conjunta en la labor de cuidado, asistencia, educación y rehabilitación de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad tanto social como física de Kenia y otros países de África”.

Respecto de la labor que pretende poner en marcha la UC, la autoridad académica señaló: “Queremos desarrollar acciones que permitan a la Fundación ampliar y fortalecer las iniciativas orientadas a acoger y apoyar de manera integral a niños, niñas, jóvenes y adultos, en su mayoría en situación de abandono y de intelectual severas y profundas, integrando para ello atención especializada y personalizada para mejorar su calidad de vida”.

“Compartir y ayudar son actitudes que llevan en sí mismas un efecto sanador y liberador que dejará siempre semillas de trascendencia en nuestra mente y en nuestro corazón"- sacerdote Alejandro Ruiz

 

Asimismo, la autoridad universitaria destacó que, partir de su quehacer, la universidad participará en la preparación, la elaboración y la ejecución de proyectos orientados a estas tareas. “De hecho, desde las facultades de Ingeniería -a través de la Escuela de Construcción Civil-,  de Medicina y de Educación ya hemos tomado contacto y estamos participando en algunos proyectos”, comentó.

Solidaridad que sana y transforma

La ceremonia contó con el testimonio del Pbro. Alejandro Ruiz, misionero en Kenia quien guiará la labor de la nueva escuela. Él abrió su intervención reflexionando sobre la importancia de ayudar a los demás. “El que no ve, no agradece. Por momentos, nuestra atención se paraliza en las carencias, lo que falta, las pérdidas, y no en lo mucho que la vida y Dios nos han dado. También he aprendido que todo bien material, espiritual, intelectual, no nos pertenece, nos ha sido dado para hacerlo crecer y transformarnos. Y también transformarnos cada uno de nosotros en oportunidades para el otro”, expresó con profunda emoción.  

Ruiz, quien lidera un centro de apoyo para personas con discapacidad en Kenia, destacó que ayudar y compartir tienen un “efecto sanador y liberador” y que esto genera trascendencia en quienes lo practican. “Compartir y ayudar son actitudes que llevan en sí mismas un efecto sanador y liberador que dejará siempre semillas de trascendencia en nuestra mente y en nuestro corazón. Quien ayuda siempre crece, quien comparte siempre se fortalece”, añadió.  

Por su parte, María Alejandra Guerra, exembajadora de Chile en Kenia, elogió el trabajo del padre Alejandro: “No solo ha generado un oasis, sino que ha generado un centro que no solo tiene alumnos internos o externos, sino que también ha generado una granja para educar, rehabilitar y darles un oficio a estas personas”. La exembajadora destacó el papel fundamental de la educación en los proyectos llevados a cabo por organizaciones chilenas en África. En su intervención, felicitó el trabajo de la UC y de la Fundación Chile-África en la construcción de oportunidades para las comunidades más vulnerables.  

Construyendo puentes desde Chile

Otra voz importante dentro de la ceremonia fue la de la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, quien estuvo recientemente en Kenia para fortalecer las relaciones bilaterales. Ella enfatizó en la importancia de la cooperación internacional como herramienta transformadora y destacó la misión de la Fundación Chile-África. “Iniciativas como la Fundación Chile-África abren una puerta para reflexionar sobre cómo estas acciones refuerzan nuestro compromiso con un mundo más justo, más inclusivo y más sostenible”, afirmó.  

“Esta empresa demuestra los frutos que tiene la movilización de la sociedad civil, de actores privados y de académicos para acompañar los esfuerzos del Estado por afianzar los vínculos que unen a nuestro país y a África”- Gloria de la Fuente, subsecretaria de Relaciones Exteriores

La subsecretaria también hizo referencia a proyectos específicos, como la construcción y mejora de escuelas en Kenia y la entrega de insumos educativos en comunidades rurales. En sus palabras, “esta empresa demuestra los frutos que tiene la movilización de la sociedad civil, de actores privados y de académicos para acompañar los esfuerzos del Estado por afianzar los vínculos que unen a nuestro país y a África”.  

El padre Alejandro Ruiz concluyó: “Muy poco necesitamos para ser felices, pero se nos ha hecho creer que lo que tenemos es demasiado poco para ser felices, que no alcanza, falta, que hay que sumar más. Sin embargo, vemos cómo otros, con mucho menos, a veces incluso careciendo de lo fundamental, les alcanza para ser felices y les alcanza para estar en paz”.