Un espacio para descubrir y potenciar el talento académico temprano en la UC

Un 11 de agosto de 2001, el entonces Programa de Desarrollo de Talentos Académicos, Penta UC, abrió sus puertas, recibiendo a 168 jóvenes de colegios municipales de La Florida y Puente Alto. Desde entonces, creció y diversificó su oferta, con más de 1.500 egresados y logrando importantes avances en la promoción del talento académico en la población escolar. Con un nuevo plan formativo, ampliando su visión y objetivos, la iniciativa se ha adaptado a los desafíos actuales de la educación. Hoy, un nuevo nombre marca el inicio de la siguiente etapa en su historia.

El pasado 4 de enero, esta unidad fue nombrada como Academia de Desarrollo de Talentos UC Rolando Chuaqui. De esta manera, no solo rinde homenaje al destacado matemático y filósofo Rolando Chuaqui - quien fue pionero en reconocer la importancia de promover de manera temprana los talentos académicos en el país -, sino que refuerza el vínculo con sus orígenes, manteniendo viva la esencia que inspiró su creación: contribuir a la educación del país, enriqueciendo los aprendizajes de niños, niñas y jóvenes.

Su director y académico de la Escuela de Psicología David Preiss, relata que desde sus inicios Penta UC se convirtió en un referente nacional en la formación de estudiantes con alto potencial e interés académico. Eso le permitió transferir su modelo a otras universidades a lo largo del país.
 
“Actualmente, el programa ha revisado tanto la teoría de talento que tiene a la base y su programa de formación. Esto se traduce en un modelo formativo interdisciplinario sólido, alineado con el programa de formación general de la universidad, y que permite enriquecer habilidades cognitivas y socioemocionales. Por ello, Penta UC no desaparece: se enriquece y se vuelve parte de la oferta formativa de la academia. Es nuestro buque insignia”, explica.

Aulas diversas

Penta UC, con más de 20 años de historia y ubicado en el Campus San Joaquín, se consolidó como un pilar fundamental de la Academia creciendo significativamente. En 2024 contaba con cerca de 600 estudiantes de 64 comunas, en su mayoría de la Región Metropolitana. Un 43,3% provenientes de colegios públicos, 27% de subvencionados y un 29,7% de establecimientos particulares. Actualmente, cerca de 280 estudiantes reciben becas del Ministerio de Educación y/o del sostenedor público de su establecimiento educativo.

El programa logró abrir dos nuevos convenios para el 2025 con las comunas de Quinta Normal y Huechuraba, las que se suman a las siete alianzas ya existentes con las corporaciones y departamentos de Educación de Las Condes, Vitacura, Talagante, Rancagua, María Pinto, Isla de Maipo y el SLEP Gabriela Mistral.  

Esta diversidad es uno de sus mayores logros y uno de los objetivos que el equipo busca mantener en el tiempo. “Para nosotros, es fundamental la generación de espacios de conexión y vinculación entre estudiantes provenientes de distintos entornos sociales y educativos. Hoy en día las políticas de inclusión demandan aulas diversas en un marco de equidad, tolerancia y respeto”, explica la subdirectora de Desarrollo Académico Ángela Madrid.

Lo anterior también ha implicado desafíos, como la integración y alcanzar los objetivos de desarrollo de habilidades en estudiantes que enfrentan brechas de aprendizaje. “En el modelo formativo de Penta, los contextos de origen no se quedan fuera del aula, sino que deben ser incorporados y considerados para dar un mayor sentido a los aprendizajes de los estudiantes”, enfatiza la subdirectora del programa.

Un modelo formativo enriquecido

Otro gran logro ha sido la actualización del concepto de talento y de su modelo formativo, que le permite a la Academia contar hoy con una propuesta educativa alineada con los desafíos del siglo XXI y que responde a las necesidades del país. Algo que desde el equipo consideran imprescindible para mantener su vigencia.

“Entendemos que el talento descansa en un set de habilidades diversas, cuya identificación temprana tiene desafíos importantes, puesto que se expresa sólo como un potencial. Este tiene que ser educado y recibir las oportunidades adecuadas para su desarrollo. Por ello, la oferta de nuestros programas es diversa, ya que entendemos que el talento se expresa en dominios por los cuales las personas tienen una fuerte motivación e interés. Mientras más interdisciplinaria sea nuestra oferta, mayor es la oportunidad de que este talento se canalice”, explica David Preiss.

De esta manera, el equipo no solo pone énfasis en el apoyo pedagógico, sino que también psicosocial que requiere el desarrollo de cada estudiante. “Buscamos que desarrollen el pensamiento crítico, trabajo colaborativo, autonomía, comunicación, confianza, tolerancia a la incertidumbre y perseverancia. Estas habilidades que pueden ser intelectuales, creativas, de liderazgo, artísticas u otras, fomentan un desarrollo integral. Es por esto que cada semestre planificamos, junto a profesores y profesionales de diversos campos del saber, nuevos cursos que sean dinámicos, desafiantes e interesantes”, explica Elizabeth Barra, coordinadora curricular de la Academia.

A lo largo de sus siete años de trayectoria, desde 6° básico a 4° medio, reciben una formación en áreas como: Artes, Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias y Salud, Pensamiento Matemático y Computacional, Economía y Administración, así como Ecología y Sustentabilidad. En total, un estudiante que completa el programa participa de 35 cursos.

“Creo firmemente que Penta UC nos da la libertad de explorar ideas de manera creativa, despertando nuestra curiosidad por aprender más allá de las salas de clases convencionales. Recuerdo con mucho cariño mi primer curso “Leer el cine”, donde junto a mis compañeras y compañeros creamos una película; y el curso “Botiquímica”, que me hizo descubrir mi pasión por la química y la farmacia, al punto de considerarla como una opción de carrera para mi futuro”, describe Antonia García, recién egresada de la generación 2024.

Aportando a la misión UC

La Academia actualmente está trabajando en posicionarse como un espacio que contribuye a la misión institucional de la UC, ampliando oportunidades educacionales en el marco del compromiso de la Universidad con la sociedad. Uno de los hitos más recientes en este ámbito ha sido la inauguración de la vía de admisión complementaria a la UC denominada Cupo Penta UC, que reconoce la persistencia y el compromiso sostenido en el tiempo de los estudiantes y refleja la integración entre el trabajo de la academia y el proyecto educativo de la universidad.

Por otra parte, la Academia ha logrado fortalecer vínculos con diversas facultades de la Universidad, a través de la firma de convenios de colaboración que además de garantizar la calidad de las propuestas diciplinares de los cursos, permiten que los estudiantes accedan a instalaciones universitarias de primer nivel dentro del campus San Joaquín como salas, auditorios, laboratorios, bibliotecas y espacios deportivos, acercándolos a la vida universitaria.

En esta temporada de verano Francisca Echeverría, profesora del departamento de Nutrición y Dietética de la UC, está dictando el curso “Ciencia coolinaria”. El objetivo es que los estudiantes descubran los secretos detrás de los procesos químicos y físicos que transforman los alimentos en la cocina, al mismo tiempo que aprenden sobre la importancia de una alimentación saludable. “Parte de hacer universidad es abrir los espacios a la comunidad, más aún a los niños y niñas. Hemos sido testigos de lo motivador que es para ellos conocer la universidad como un lugar al que ellos también pertenecen”, expresa la profesora.

Reforzar la dimensión social del aprendizaje

Hoy la Academia, además de Penta UC, alberga al programa Crea UC, una iniciativa de enriquecimiento extracurricular que nace en 2022 y recibe alrededor de 200 niños y niñas en cada una de sus temporadas de otoño, primavera y verano. A futuro, el equipo espera ampliar su oferta formativa. “Aspiramos a abrir otros programas en el futuro, a través de los cuales la Academia sea un polo de atracción para estudiantes de colegios, tanto con financiamiento público como privado, con intereses y una curiosidad intelectual y creativa temprana”, explica su director David Preiss.

Para el académico, es clave mantener la dimensión social de la Academia en función del bien común y su lugar como un espacio privilegiado de vinculación de la universidad con el medio. “La Academia debe ofrecerles un espacio para desarrollar ese potencial, mostrando además que el talento no es un atributo meramente individual, sino que descansa en un tejido social que le permite desarrollarse y al que hay que retribuir, en función del bien común. Las experiencias de encuentro que los estudiantes tengan en la Academia deben siempre reforzar esta dimensión social y solidaria del aprendizaje".