Un viaje al depósito de Extensión Cultural UC
El recinto resguarda más de 1.500 piezas de gran valor patrimonial, como las de la Colección Gandarillas, las de arte prehispánico del Aula Pueblos Originarios y las de Claudio Di Girolamo. Este es un reportaje publicado en la última edición del periódico Visión UC.
No todos saben dónde está. Diremos que es en algún rincón del Campus Oriente. Y aún así no todos podrían identificarlo, porque la idea fue crear un refugio: desde 2016, en esta zona de la UC se creó un depósito pensado para recibir el legado de la colección Joaquín Gandarillas. Desde entonces, aquí funciona uno de los depósitos universitarios más cuidados para la conservación e investigación de patrimonio cultural.
Al cruzar la puerta principal, un aire levemente frío marca el ingreso a este espacio de protección. En su interior, otras tres puertas dividen las experiencias aquí presentes: el ala más grande resguarda la Colección Gandarillas, al centro se encuentra el espacio destinado a la colección de arte indígena donada por Gastón Soublette, y el siguiente umbral da paso al laboratorio de conservación.
«Este depósito se construyó centímetro a centímetro, pensando especialmente en el volumen mismo de la Colección Gandarillas, en cuántas piezas tiene y dónde debiera ir cada una. Aquí tenemos controles de temperatura, de humedad, hacemos fumigaciones, y el depósito está totalmente equipado para recibir esta colección, así como mantener este laboratorio de conservación», dice Daniela Rosenfeld, directora de Extensión Cultural UC.
Desde esa unidad, se administra, resguarda, difunden y exhiben algunas de las donaciones más importantes recibidas por la UC.
«Aquí tenemos controles de temperatura, de humedad, hacemos fumigaciones, y el depósito está totalmente equipado para recibir esta colección, así como mantener este laboratorio de conservación» - Daniela Rosenfeld, directora de Extensión Cultural UC.
Tener este depósito influye en que la universidad sea receptora del legado de chilenas y chilenos que quieren salvaguardar su patrimonio. Se han ido incorporando otras colecciones, por ejemplo, la de dibujos y bocetos originales de Claudio Di Girolamo en papel: alrededor de 1.500 obras, además de la colección donada por el profesor Soublette, que está en exhibición en el Aula de Pueblos Originarios.
«Cuando uno se hace receptor de una colección, de un patrimonio, de un pedazo de historia de nuestra identidad, es una responsabilidad muy grande. Este es un espacio importante para la universidad, porque le entrega material y contenido a sus docentes, investigadores y estudiantes, para el análisis cultural, y en la parte de extensión a las personas que visitan nuestras exposiciones. O sea que favorece a una comunidad muy grande de personas», dice Rosenfeld.
Ampliación esperada
En este espacio hay pinturas, óleos sobre tela, platería, imaginería –que son las esculturas y tallas de imágenes religiosas–, y también contiene mobiliario, como arcones y sitiales. En el caso de la colección de Soublette, existen líticos, objetos en piedra, cerámicos y una gran variedad de textiles.
En el futuro, este depósito se va a ampliar: hay un proyecto ya aprobado para extenderlo al doble de su capacidad, y ese nuevo espacio va a acoger parte de la colección de Artesanía de la UC, más la colección que está ad portas de donar Patricio Gross, y nuevas piezas de arte que busquen un espacio de conservación en la universidad.
Revise la última edición de Visión, el periódico de la comunidad universitaria, aquí.