Valeria Palanza: «La facultad está en una posición excepcional para promover la interdisciplina»
La doctora en Ciencia Política por la Universidad de Princeton, que asumió el decanato de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política por el próximo trienio, cree que los tres institutos que la conforman constituyen una riqueza que hay que visibilizar y potenciar aún más. Además, quiere mantener el rol activo de estos en las discusiones de relevancia pública. La siguiente entrevista fue publicada en la última edición de Visión UC, el diario de la comunidad universitaria.
Valeria Palanza recuerda que cuando miembros de la facultad se acercaron a conversar para pedirle que se postulara al cargo de decana, se conmovió con el respaldo y la confianza que depositaban en ella. «Las mujeres en general somos muy cautas y modestas», declara. «El hecho de que tus pares se acerquen a manifestar la confianza que sienten en tu trabajo y en tu capacidad de liderazgo, hizo que me sintiera muy honrada».
«En el instituto estamos bastante bien, lo mismo en la facultad en general, pero creo que los desafíos no son de un instituto ni de una facultad, son de una sociedad entera» - Valeria Palanza, decana Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política
Nacida en Estados Unidos, de una familia argentina, Palanza llegó al Instituto de Ciencia Política hace 12 años, recién doctorada de la Universidad de Princeton. Desde entonces, se ha dedicado a estudiar los procesos legislativos en perspectiva comparada, especialmente en América Latina.
«Miro las instituciones de gobierno, en particular las instituciones responsables del equilibrio de poderes. Mi línea de investigación tiene que ver con esto, incluido mi último proyecto Fondecyt», precisa.
Entre 2014 y 2016 fue jefa del programa de Doctorado en Ciencia Política y, hasta antes de ser electa como decana de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, ocupaba el cargo de subdirectora y jefa de pregrado del instituto. Su intención es continuar haciendo clases en pre y postgrado: «No me quiero alejar del fin último por el cual estoy hoy como decana.
Si no fuera profesora e investigadora, y si no consigo mantenerme vinculada a esas dos funciones, que son las que me colocaron en esta situación, puedo perder de vista el motivo por el que estoy aquí».
Una de las demandas de la comunidad es que la facultad se mantenga activa en las discusiones de relevancia pública. Reconoce que aunque a los académicos les toma un tiempo adquirir el respaldo y la confianza para participar en el debate público, la facultad hoy cumple un rol activo en este ámbito. «Está más consolidada y eso le hace muy bien a la comunidad. Nos permite conversar, dialogar y plantear puntos de vista y eso alimenta la docencia y la investigación. Es lo que te nutre desde las bases», plantea.
Otro de los énfasis que dará a gestión tiene que ver con promover los canales de comunicación interna y de convivencia de la facultad. «Pareciera que estudiantes, profesores y funcionarios habitan mundos paralelos y no se comunican suficientemente. Hay que tratar de establecer escaleras de subida y de bajadas entre los distintos estamentos para, en última instancia, fortalecer la comunidad», explica.
Especial interés tiene en los y las estudiantes, por los efectos que ha tenido el período de pandemia: «Estamos con una crisis de salud mental y la comunidad estudiantil ha sido fuertemente impactada por eso. Y quizás se nota en los niveles de participación, en la dificultad para articular representaciones estudiantiles. Esta es un área en la cual quiero establecer vínculos cercanos para apoyar a los alumnos».
Promover la interdisciplina
La nueva decana quiere visibilizar y potenciar la colaboración académica dentro de la facultad, donde conviven tres institutos que, si bien pertenecen a disciplinas muy distintas –Historia, Geografía y Ciencia Política–, dialogan mucho entre sí. «En un momento en que el trabajo colaborativo en la academia es tan potente, nuestra facultad está en una posición excepcional para promover esa interdisciplina. Es una fortaleza», señala.
Ya tienen en marcha proyectos desde la docencia y proyectos de investigación en que participan profesores y profesoras de los tres institutos, pero, plantea, no es suficiente: «¿Por qué no tenemos programas académicos que sean transversales a los tres institutos? Por ejemplo, no tenemos un magíster que permita vincularlos y esa es una de las áreas que espero potenciar».
Para promover la interdisciplina también propone aprovechar la Red de Centros y Estaciones Regionales - RCER UC, con que cuenta la Universidad. «El Instituto de Geografía tiene dos estaciones regionales, en Atacama y Patagonia, donde hay un potencial enorme para que participen los otros institutos. Hay que encontrar cómo hacer cuajar las voluntades y los intereses», sostiene.
Miembro de la Red de Politólogas, Palanza reconoce que uno de los mandatos de la comunidad es seguir promoviendo la equidad de género. «En el instituto estamos bastante bien, lo mismo en la facultad en general, pero creo que los desafíos no son de un instituto ni de una facultad, son de una sociedad entera y desde ese análisis, cada uno desde su lugar, le corresponde ir reconociendo algunas de las estructuras y los sesgos implícitos instalados a lo largo de siglos que pueden estar perjudicando a determinados grupos. Y ante todo eso hay que mantener una mirada cauta e ir de manera gentil, porque no se trata de llegar a derribar bruscamente estructuras, moviendo la agenda en la dirección de la equidad y la inclusión», reflexiona.