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Vicerrector Purcell: “No detuvimos la universidad, logramos mantenerla viva”


En un año tan particular como este 2020, marcado por la pandemia, el vicerrector académico destaca el compromiso del cuerpo de profesores y profesoras y estudiantes para transitar hacia la educación remota y adoptar nuevas tecnologías. Para el próximo semestre adelanta que en principio se mantendrán dos formatos de cursos, las clases lectivas a distancia y otras que contendrán contenidos que crecientemente se trabajarán con una presencialidad parcial. Sin embargo, una vacunación masiva podría adelantar la presencialidad.

Vicerrector académico de la UC, Fernando Purcell, en campus San Joaquín.

photo_camera "No detuvimos la universidad, logramos mantenerla viva", sostiene el vicerrector académico, Fernando Purcell, en su primer balance postcuarentena. Crédito: Vicerrectoría Académica.

“Anima el espíritu venir a la universidad”, dice Fernando Purcell, vicerrector Académico UC, a través de una conexión Zoom desde su oficina en Casa Central. Hace algunos días pudo experimentar in situ también lo que significa la “presencialidad” para los estudiantes durante las jornadas de acogida de alumnos de primer año, muchos de los cuales no habían alcanzado a poner un pie en la universidad hasta ahora. “Al conversar con ellos y escucharlos, que te digan que se sienten emocionados de estar acá y viéndolos interactuar con sus profesores y profesoras, refleja que hay una valoración de lo que ha sido el esfuerzo que han realizado los diferentes actores que componen nuestra comunidad”, dice.

El proceso de ajustes y cambios provocados por una inusual pandemia no ha estado exento de desafíos, pero también ha sido una coyuntura de mucho aprendizaje e innovación en materia de docencia. Sobre la experiencia, los retos y también los próximos pasos se refiere en esta entrevista a Visión.

¿Cuál es el balance que hace de este año tan particular y que consideró transitar de una educación presencial a una por vía remota, con todas las adaptaciones que se realizaron?

El balance es positivo. La universidad ha sabido responder ante un escenario que ha implicado desafíos importantes, y lo ha hecho a través de la entrega y el respaldo muy potente del cuerpo docente, profesional, administrativo y estudiantil. En ese sentido, se advierte la capacidad institucional para proveer de los medios para una educación distinta. En marzo ya habíamos incorporado la plataforma Canvas y la disponibilidad de Zoom. Se hizo también un esfuerzo para asegurar la conectividad. Asimismo, brindamos capacitación y el apoyo necesario por parte del Centro de Desarrollo Docente para poder transitar rápidamente a este nuevo escenario. Satisfactoriamente pudimos sacar adelante a la universidad.

Cambiar de paradigma frente a una contingencia tan repentina e incierta implica siempre desafíos…

Ha sido muy importante la flexibilidad con la que se ha actuado. Generamos pausas de ajuste, recesos, que implicaron alterar el calendario académico inicial que teníamos, para poder brindar estos momentos de descanso, pero aún así estamos concluyendo ambos semestres en tiempos razonables, sin mayores retrasos. No detuvimos la universidad, logramos mantenerla viva. Evidentemente detrás de la satisfacción y optimismo también hay preocupación por aspectos como la salud mental que implica el confinamiento y que afecta tanto a los académicos y profesionales como a los estudiantes. Esto lo hemos podido captar a través de reuniones, encuestas, comentarios y correos electrónicos.

"Ha sido importante la flexibilidad con la que se ha actuado. Generamos pausas de ajuste, recesos, que implicaron alterar el calendario académico inicial que teníamos, para poder brindar estos momentos de descanso, pero aún así estamos concluyendo ambos semestres sin mayores retrasos. No detuvimos la universidad, logramos mantenerla viva" - vicerrector Académico Fernando Purcell

¿Cómo han recibido los estudiantes la docencia a distancia?

Es interesante ver los resultados de la encuesta de evaluación docente del primer semestre, como universidad crecimos de manera positiva en prácticamente todas las dimensiones, y una de las que más creció fue la de relación entre estudiantes y profesores y profesoras. Siempre van a haber reclamos, y los ha habido, pero estas son señales claras de que todos pusieron de su parte para poder adaptarse e ir mejorando. Generamos un manual de docencia, que resumió los esfuerzos del primer semestre y que tiene más de 90 mil visitas.

Los resultados de la encuesta que mencionas reflejan esa valoración por parte de los alumnos por el esfuerzo que hace el profesor, que no deja de ser significativo...

Sí. Así como hicimos encuestas a estudiantes, también realizamos una encuesta a académicos en la que participaron casi 2.000 profesores y profesoras de los 3.500. El 75% de ellos señaló que había incrementado su dedicación a la docencia durante este período con respecto a un semestre normal. Si bien hemos impulsado diversas medidas desde la Vicerrectoría Académica, estas cifras reflejan el gran esfuerzo de los profesores y profesoras. Ellos repensaron sus programas, los adaptaron, pensaron en nuevas metodologías de enseñanza. Se triplicó la cantidad de académicos y académicas que de manera voluntaria decidieron tener retroalimentación a mediados del semestre de sus estudiantes a través de encuestas tempranas, eso demuestra también el compromiso de ellos.

Por el lado de la vicerrectoría hicimos más de 2.700 capacitaciones en Canvas. Además de eso se realizaron talleres para evaluación, metodología, diseño de cursos online, sobre bienestar y cómo compatibilizar bien el trabajo y la vida familiar, entre otros. Lo otro que hicimos fue generar ciertas plataformas que le permitieran a los docentes compartir buenas prácticas, recomendaciones y visibilizarlas. Esa es una muestra de este esfuerzo colectivo, de sentir que aquí hay un compromiso por sacar adelante a la universidad y no solamente respecto de mi curso en particular.

"Un 75% de los académicos UC señaló en una encuesta que habían incrementado su dedicación a la docencia durante este período con respecto a un semestre normal. Si bien hemos impulsado diversas medidas desde la Vicerrectoría Académica, estas cifras reflejan el gran esfuerzo de los profesores y profesoras"

Se trata de una coyuntura en la que ha crecido la importancia de la innovación en materia docente y también la introducción de nuevas tecnologías…

Cuando digo que tengo una evaluación positiva de la situación que nos ha tocado vivir es porque también hemos sabido innovar. El nuevo escenario nos ha permitido generar nuevas evidencias que nos van a llevar a mejorar y fortalecer ciertos aspectos en el ámbito de la docencia. Hay un aprendizaje. Las pausas de ajuste y de recesos permiten ir evaluando las decisiones, capacitar y también introducir mejoras a nivel de las unidades académicas. La Dirección Académica de Docencia y el Centro de Desarrollo Docente (CDDoc) han realizado un esfuerzo enorme en este ámbito. Se han implementado diversos concursos para poder reemplazar ciertas actividades prácticas, se ha avanzado en el uso de simuladores y de cámaras de transmisión en vivo del trabajo en laboratorio. Hemos hecho uso de elementos robóticos para facilitar la enseñanza a distancia y hemos innovado para llevar el laboratorio a la casa de los alumnos. A través del MediaLab, que permite canalizar el uso de recursos de fondos de desarrollo institucional, se ha impulsado la generación de cápsulas, recursos audiovisuales, contenidos interactivos (storyline), videos tutoriales y recursos animados, que pueden ser utilizados en los cursos.

En ese sentido la pandemia ha servido para promover cambios e incentivar el uso de las tecnologías…

Nosotros canalizamos el afán innovador no sólo por la pandemia, sino que también pensando a futuro. La implementación durante este segundo semestre ha estado acompañada de discusiones sobre los desafíos digitales estratégicos que hemos enfrentado. En concreto, invertimos más recursos en el CDDoc y aprovechamos los fondos concursables de desarrollo institucional para promover los esfuerzos conjuntos de las unidades académicas, y para que las comunidades pensaran en innovaciones para la pandemia, pero también para el futuro. Realizamos charlas y convocatorias abiertas que involucraron financiamiento para proyectos en 12 facultades que se caracterizan por su formación más práctica

¿El cuerpo docente se ha abierto entonces a utilizar más estas herramientas y recursos que facilitan una enseñanza remota?

Ciertamente, ahora tenemos un bonito dilema, pues hay personas que conciben que sus cursos no podrán dejar de tener un componente remoto en el futuro. Esto nos va a llevar a un ambiente mucho más dinámico, y a tener que flexibilizar en esa materia y a reflexionar sobre qué aspectos queremos modificar. Creo que deberíamos tener un incremento en el uso de tecnologías y una flexibilidad mayor. Pero el gran desafío de la universidad va a ser buscar un equilibrio que permita, por sobre toda las cosas y cualquier consideración tecnológica, fortalecer el proyecto educativo y el perfil de nuestros egresados. El uso de las tecnologías es más bien funcional, y nunca deben ser un fin en sí mismo. Cuando uno piensa en desafíos digitales también tiene que pensar en los retos de la presencialidad, pues hay una esencia universitaria que tiene que ver con el encuentro, con la vida universitaria y con un montón de formas de aprendizaje que requieren de la presencialidad. Esta coyuntura no significa que vamos a reconvertir toda nuestra docencia. Tenemos que sacar lo mejor de la presencialidad y explotar al máximo lo que nos brinda la educación remota. Esa es la filosofía con la que estamos operando para efectos de la formación que queremos impulsar a futuro.

"Ahora tenemos un bonito dilema, pues hay académicos que conciben que sus cursos no podrán dejar de tener un componente remoto en el futuro. Esto nos va a llevar a un ambiente mucho más dinámico" 

La exposición permanente a nuevas tecnologías remotas y particularmente a la interfaz también puede generar cierto nivel de agotamiento…

Si bien hemos avanzado en la incorporación de las tecnologías y de la aceptación a la educación remota, también hay que reconocer que puede generar mucho cansancio por la exposición a pantallas tanto por parte de los académicos como de los estudiantes. Todavía hay académicos que siguen utilizando plataformas como Zoom como un medio de transmisión, casi como si estuvieran en una sala de clases tradicional, o han asignado a los estudiantes muchas más tareas complementarios y trabajos por la inseguridad o la voluntad de asegurar los aprendizajes. Esto requiere de que se hagan adaptaciones metodológicas un poco más profundas. Muchos lo han hecho y son los que llevan la batuta de la innovación, pero nos queda un trecho por avanzar. Imaginamos un escenario futuro donde un estudiante de la universidad a lo mejor va a estar todo el día en el campus y a ratos conectado a una clase y luego va a poder caminar hacia un espacio físico para realizar una clase presencial. Después irá a tomar un curso deportivo, juntarse con sus amigos y almorzar, para posteriormente volver a un módulo o ayudantía remota.

Con respecto al cansancio que mencionaba, también el confinamiento ha sido un reto importante para la salud mental…

Nosotros lo detectamos tempranamente, y de hecho, si revisas el manual que produjimos sobre docencia remota, el capítulo uno es salud y bienestar. Quisimos transmitirle a los académicos la importancia del autocuidado, de la salud de ellos y de los estudiantes y de que la docencia debe impartirse en las mejores condiciones posibles. Uno de los desafíos del confinamiento ha sido separar el plano académico del personal, sobre todo al convivir en un mismo espacio con otras personas. Esto es algo que debemos seguir trabajando con mucha más fuerza. De hecho, desde la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) queremos potenciar todo lo que es esencialmente la prevención y la promoción de prácticas y formas que apunten a asegurar un mayor bienestar y salud en las personas. Hemos brindado atenciones esencialmente psicológicas, telefónicas, y eso obviamente nos ha servido muchísimo para ir generando esa contención y el apoyo a los estudiantes, pero en 2021 tendremos un desafío grande, pues vamos a acoger a dos generaciones de novatos en la práctica (pues la de 2020 ingresó de manera remota producto de la cuarentena), esto implica reflexionar sobre cómo los vamos a contener y apoyar.

¿Cómo evalúa el proceso de retorno gradual y las instancias presenciales que se iniciaron en octubre?

Ha sido bien positivo por varias razones. En términos sanitarios no hemos tenido rebrotes internos en estas comunidades, además ha sido muy bueno para los estudiantes poder encontrarse, así lo han transmitido ellos mismos. Estamos hablando de cerca de 20 carreras de las 60 de la universidad, como las del área de la salud, ciencias sociales, ingeniería, construcción civil, diseño y artes, entre otras. Cada semana las facultades han ido incrementando gradualmente el número de personas. Ya tenemos actividades programadas para diciembre, para enero y para las primeras semanas de marzo en algunas carreras.

A la luz de la experiencia de las últimas semanas, ¿cómo serán las clases durante el primer semestre de 2021?

Seguiremos cuidando a nuestra comunidad. Por esta razón hemos contemplado dos grandes tipos de cursos: tendremos los que se realizarán de manera remota, con todas las clases lectivas a distancia, y otros que serán remotos, pero que considerarán algunas actividades prácticas que suponen una presencialidad parcial. Esto debería implicar una presencia mayor que la que hemos tenido este año en los campus. Después a nivel de magíster y de postgrado, en general, deberíamos tener salas híbridas operando, se trata de una implementación con una mirada estratégica más bien post pandemia. En relación al regreso de lo presencial, 2021 va a ser un año de transición, de bastante experimentación, pruebas y pilotajes, para generar experiencia y evidencia con respecto a los próximos años. Las decisiones se irán tomando en función de la realidad sanitaria. En ese sentido, también cabe la posibilidad de que se abra un escenario de vacunación masiva y una condición de seguridad que nos lleve a volver a abrir las puertas de los campus, evidentemente sin obligar que todos los profesores y profesoras tengan que volver, porque ya han diseñado un curso en cierto formato de evaluaciones, pero la vida y la experiencia universitarias, todo lo que tiene que ver con lo extracurricular y la interacción presencial, también es muy importante en la formación de nuestros estudiantes.


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