Voluntarios en invierno: Misión cumplida
Durante las recientes vacaciones de invierno, más de mil jóvenes participaron en distintos proyectos de Pastoral UC: voluntarios de Trabajo País construyeron capillas, salones parroquiales y una plaza para el encuentro con la comunidad; mientras que los jóvenes de Misión de Vida y Siembra UC forjaron relaciones en Cristo con las familias de campamentos, y el Coro Misión País los acompañó con sus cantos. Conoce cómo vivieron estas experiencias, contadas por ellos mismos.
Estudiantes universitarios y escolares participaron en julio como voluntarios de Misión de Vida, Trabajo País, Siembra UC y Coro Misión País, todos proyectos de la Pastoral UC. Superando el millar de personas, estos jóvenes dedicaron 10 días a construir y misionar en 39 zonas de Chile, desde Copiapó a Puerto Montt.
Sus experiencias estuvieron repletas de risas, conversaciones, trabajo y oración. La mayor parte de ellos rescatan que fueron días de crecimiento, donde aprendieron a compartir en comunidad, a coordinarse para trabajar en equipo y a servir a los demás. Mientras los voluntarios de Trabajo País se dedicaron a construir capillas, salones parroquiales y una plaza, en Misión de Vida y Siembra misionaron a comunidades de diversos lugares de Chile. Específicamente los participantes de Siembra, compuesto por universitarios y escolares, irán a una nueva misión un fin de semana de septiembre, para continuar con su labor.
Por su parte, el equipo de Coro Misión País fue desplazándose por distintas zonas para aportar con sus canciones en los momentos de formación y oración.
Tomás Ferrada, coordinador general de Misión de Vida, visitó varias zonas de misiones. Cuenta que le gustaron muchas cosas, entre ellas cómo Dios ‘tocaba’ distintos corazones: “Dios tocaba mucho el corazón de los voluntarios y, por medio de ellos, el de muchas otras personas. Esto podíamos observarlo en las actividades cotidianas. Todos los días había un tema, en la mañana se abría con una oración y se reflexionaba cortito ese tema. En la noche se rezaba y conversaba cómo se había vivido ese tema durante el día, y pudimos observar que fueron días súper profundos. Además, la gente decía que podía conocerse mucho a sí misma”.
Comenta que dos experiencias lo marcaron: cuando compartieron con jóvenes privados de libertad y cuando fueron al campamento La Dignidad en la comuna de La Florida, en Santiago: “En una de las zonas de misiones conocí a cinco jóvenes que viven en un centro del Sename (Servicio Nacional de Menores), una realidad súper dura que nos sensibilizó e hizo reflexionar acerca de la necesidad de que Chile sea un país más justo”.
“En el campamento La Dignidad estuvimos con personas que vivían en situación de mucha pobreza, el rector también estuvo con nosotros y escribió una carta en el diario hablando sobre lo que se vivía ahí. Los voluntarios de esa zona construyeron una cruz y la instalaron en el centro para marcar la presencia de Dios en él", relata el coordinador de Misión de Vida.
Tomás analiza la experiencia completa: “Vimos que la misión tuvo frutos en cada una de las zonas. Me quedo con la potencia con que Dios tocó los corazones, las risas de los niños, la motivación de todos los que tenían ganas de ayudar, y que en el trato con el otro está la felicidad y está Dios”.
"La misión se vive de forma permanente, la misión no tiene fechas. La misión es hoy, será mañana y será siempre” - Cristián Toro, coordinador general de Siembra UC.
Luisa Hinrichs, coordinadora general de Trabajo País, visitó las 22 zonas en las cuales se construyó una capilla, un salón parroquial o una plaza: “La verdad es que haber visitado todas las zonas fue un regalo. Gracias a Dios todas las construcciones salieron increíbles. Fue muy visible el impacto que generó Trabajo País este año en dos partes: los voluntarios y la comunidad, que son dos grandes áreas del proyecto. Cada comunidad que visitamos fue muy acogedora y nos demostraban cariño con sopaipillas u otras cosas ricas. Por su parte, los voluntarios generaron una relación linda con la comunidad a la que estaban ayudando”.
"En una zona le tejieron un gorrito de lana a cada voluntario, en otra les mandaron a hacer llaveros con el logo de Trabajo País. Esos detalles demostraban lo impactante que fue el paso de estos 30 jóvenes en cada comunidad”, explica Luisa Hinrichs.
La parte formativa también fue bien relevante. “Recibimos comentarios profundos como: me reencontré con mi fe, me reencontré conmigo, le encontré el sentido a Trabajo País porque construimos lugares de encuentro,” comenta la coordinadora.
Por su parte, Sebastián Johnson, también coordinador general de Trabajo País, expresa: "Poder visitar como coordinador a las 22 comunidades fue una locura. Nos gusta decir que fue una 'cuerda locura', ya que es impresionante lo que se vive en cada una de las comunidades. Es increíble la cara de felicidad de los voluntarios y de todos en las comunidades. Me marcó ver ese impacto verdadero, ser agentes de cambio y ver que se cumplen sueños".
La música como elemento inspirador
Por su parte, Paula Correa, coordinadora general de Coro Misión País explica que en esta ocasión el coro visitó muchas comunidades que estaban en misiones o trabajos: “Distintos grupos del coro, de aproximadamente cinco voluntarios, van recorriendo diferentes zonas de misiones y trabajos en auto. Acompañan a una zona por día con el canto en las actividades que tienen. Se ponen al servicio de la zona para que, por medio de la música, puedan también llevar de mejor manera el mensaje de Cristo”.
“Soy una convencida de que la música, muchas veces, logra llegar un poco más allá de lo que lo hacen las palabras y las acciones. Nos interpela de una manera distinta, ya sea por la melodía, el ritmo o la letra. En este sentido, es muy especial poner la música al servicio de lo que Dios nos quiere decir y lograr que el mensaje de Cristo llegue al corazón de una manera mucho más profunda”, indica Paula Correa.
“El coro lleva el mensaje de Cristo por medio de la música para lograr encender corazones”, explica la joven.
Problemas que se convierten en oportunidades
“Una de las cosas que más me gustó en misiones fue la genuina motivación del voluntario para disponerse a la misión con Cristo en el centro”, declara Cristián Toro, coordinador general de Siembra UC.
“Ellos vienen después de un semestre complejo, están cansados, estudiaron mucho, y, en vez de ir a su casa a descansar, se ponen la polera de su proyecto y genuinamente van y se entregan, y dan la vida durante los días de misión. Eso siempre me ha impactado al verlo en el ‘día de salida’, donde se canaliza toda esa energía y se lanza todo el mundo a todas las comunidades. Es realmente muy bonito de ver”, expresa Cristián Toro.
“También me di cuenta de que a veces las oportunidades están disfrazadas de problemas. Nosotros como proyecto, este semestre tuvimos un desafío tremendo. Las vacaciones de universitarios con escolares no calzaban, y, en su momento, fue un problema súper grande. Pero hoy día me siento profundamente agradecido porque nos permitió ver una oportunidad gigante: la misión se vive de forma permanente, la misión no tiene fechas. La misión es hoy, será mañana y será siempre”, afirma el coordinador de Siembra.
El joven cuenta que se propone seguir viviendo la misión en su vida cotidiana: “Yo me llevo una tarea para la casa y es vivir la misión en el día a día, porque la misión se encuentra en las pequeñas decisiones que tomamos diariamente. Así que: ¡a trabajarlo! Todavía nos quedan fechas de misión, así que a seguir creciendo como persona y llevándome todas estas experiencias y alegría para seguir llevando Cristo en el día a día", recalca Cristián.
Trabajo País estuvo encargado de construir espacios de encuentro con las comunidades, bajo el lema “Jóvenes actuemos por el reencuentro de Chile”. En esta oportunidad, el proyecto construyó 9 capillas, 8 salones parroquiales, 12 centros vecinales y una plaza, además de visitar hogares de personas mayores.
Bajo el lema “Con la luz de Cristo encendamos nuestra misión”, Misión de Vida se desplegó en diferentes zonas de la Región Metropolitana, invitando a vivir una experiencia personal y comunitaria de encuentro con Cristo.
El Coro Misión País se sumó en las visitas a las diferentes localidades, de manera itinerante, encargados de ser un instrumento para que Cristo llegue a los corazones de todas las personas, a través de la música y el canto, bajo la consigna “Hazte canto Cristo y enciende los corazones”.
Escolares de 58 colegios del país se unieron a las actividades organizadas por Siembra UC, iniciativa que nació en 2003 con la intención de unir a los estudiantes de III° y IV° medio con los universitarios, para trabajar juntos por Chile y la Iglesia.
María Jesús Andueza, estudiante de Ingeniería Comercial, Trabajo País: “Si me preguntan qué es lo que más me gustó de estos trabajos, fue la comunidad. Ver a personas tan felices y comprometidas con la capilla que se estaba construyendo, hace que todo el trabajo valga la pena. Verlos tan ilusionados y participando día a día es la motivación que cada uno de los voluntarios necesitaba. La Iglesia está viva y Dios está en cada una de las personas que nos rodean”.
“Volvería a este proyecto porque para mí, la fe se vive en comunidad, es donde siento a Dios más vivo y presente. Estos trabajos son un regalazo y si bien significa entregar días de vacaciones, uno se va con mucho más de lo que dio. Cada sonrisa, palabra, abrazo, cada martillada, cada tabla, hacen que este proyecto sea lo que es”.
“Estando allá pensaba qué impresionante que lo mismo que yo estaba viviendo, lo estaban viviendo en otras 21 comunidades. Más de 700 voluntarios dando 10 días por y para poder construir un Chile más humano, jóvenes actuando por el reencuentro de Chile”.
Martín Molina, estudiante de Derecho, Coro Misión País: “Pude comprender que el servicio hacia Dios no es un favor que uno hace, sino que un privilegio. Dios lo ayuda a uno en esta labor. En esos ocho días de misión en los que el cansancio físico a uno lo puede superar, hay una fuerza que no viene de uno mismo, sino que viene de algo más grande que uno, que te ayuda a seguir adelante”.
“Llevar a Jesús como canción y esparcirlo por las zonas que visitamos, llena demasiado como voluntario. Jesús nos da el regalo de poder ser portavoces de Él mismo y de llevarlo a los demás”.
“Aprendí demasiado, conocí a mucha gente y me sentí en contacto con Cristo, no solo cantando, sino que también misionando”.